|
|
Maldivas. Un paraíso también en Agosto
(Publicado en el nº7 de SENSACIONES)
Desde hacía casi un año éramos tres los que comentábamos nuestros deseos de hacer un viaje este agosto ( un viaje de buceo, claro). Al principio el destino no estaba muy claro, barajábamos diferentes posibilidades todas ellas muy apetecibles por distintos motivos, pero sin decidirnos por ninguna. El tiempo pasaba y, mientras seguíamos estudiando distintos lugares, sabíamos seguro que viajaríamos a pesar de la incredulidad de algunos de nuestros amigos y compañeros de buceo.
Transcurrían los días y al mismo tiempo que nos decidíamos por las Maldivas, el grupo fue en aumento, finalmente acabamos siendo diez muy ilusionados ante la posibilidad de pasar unas vacaciones de estas características todos juntos.
LOS PREPARATIVOS
¿Qué me llevo? ¿Cuánto puede pesar la maleta? ¿Nos llevamos todo el equipo? ¿Qué pongo en la bolsa de mano? ¿Me voy a marear en el barco? ¿Comeremos bien? ¿Qué ropa llevo? ¿Cuántas mudas? ¿Nos llevamos frutos secos?.............
Infinidad de preguntas como éstas y muchas más se nos iban planteando en la medida que la fecha se acercaba ( salíamos de Barcelona el 10 de agosto), sobre todo a aquellos de nosotros que era la primera vez que hacíamos un viaje de estas características, pero fuimos muy bien asesorados por aquellos que ya habían viajado más de una vez: ¡¡¡¡ Nos hicieron una lista !!!!! |
|
METEOROLOGÍA
La mayor de nuestras preocupaciones era saber que viajar en agosto supone correr ciertos riesgos por el tiempo, en las Maldivas es época del Monzón húmedo de verano, eso suponía que nos arriesgábamos a sufrir fuertes tormentas tropicales ( vientos más violentos y precipitaciones más fuertes que en el monzón seco de invierno).
Cuanto más se acercaba la fecha consultábamos con mayor asiduidad la meteorología de las Maldivas: casi cada día, para nuestro disgusto, las previsiones eran siempre de tormentas.
A pesar de esa imagen de futuro que se nos avecinaba, no disminuyó en absoluto nuestra ilusión ( llevaremos chubasqueros, bromeábamos, pero los llevamos: ocupan poco y pesan menos).
Cual fue, pues, nuestra sorpresa cuando al llegar, y durante toda nuestra estancia, no los necesitamos para nada. Gozamos todos los días de una climatología ideal: no tuvimos fuertes vientos, en su lugar gozamos de una agradable brisa marina cuando la hubo y no sufrimos ninguna tormenta tropical: tan solo llovió una noche mientras dormíamos y algunos ni nos enteramos.
Esta excepcional (climatología) nos proporcionó al mismo tiempo poder disfrutar de un mar extraordinariamente calmado durante todos los días, eso si era el mar “como un plato”. |
EL VIAJE
Salimos del aeropuerto de Barcelona rumbo a Madrid utilizando el puente aéreo, primer control sin problemas después de comprobar que aquellos artefactos extraños que se veían en pantalla eran nuestros reguladores, o las cámaras, o alguna lámpara ( sobre todo el regulador, era lo que la mayoría no facturamos y llevábamos en el equipaje de mano), dándose cuenta que éramos un grupo de buceadores la guardia civil nos deseo un buen viaje.
Llegamos a Madrid, largo recorrido por las terminales, finalmente embarcamos hacia el nuevo destino Doha, con Qatar Airlines, …..Llegamos tras casi ocho horas de vuelo (dormir, leer, ver alguna peli, comer, jugar al tetris, hacer crucigramas,…..) Una vez en Doha pasamos el siguiente control antes de embarcar de nuevo, esta vez, por fin, destino Male.
Durante este último trayecto conocemos a las otras dos parejas con las que conviviríamos los siguientes días (habíamos viajado juntos desde Barcelona !! )
Poco más de cinco horas después sobrevolamos las Maldivas, estamos a punto de aterrizar, pero hacemos caso omiso del “fasten seat belt” : ¡¡¡ Cómo nos vamos a abrochar los cinturones con semejante espectáculo visible a través de las ventanas del avión !!! Un cielo absolutamente claro nos permite maravillarnos ante la panorámica aérea de las Maldivas: no hay palabras que puedan describir aquella sensación.
|
|
|
Una vez en tierra, para nuestra desgracia, comprobamos que falta una maleta ¡¡¡ Jopeta..... la mía !!!, ( parte de mi equipo está dentro, terrible en un viaje de estas características), muy amablemente nos atienden en el mismo aeropuerto y comprueban que la “valija” no está perdida, se ha quedado en Madrid pues a perdido el enlace ( digo yo que se quedó haciendo unos “callos”, cosa que nosotros con las prisas no pudimos hacer). Nos dicen que no nos preocupemos pues nos la harán llegar, anotan el nombre de nuestra embarcación y un teléfono de contacto ( el móvil de Judith, nuestra guía que, muy amablemente, se presta a ello); nos explican que en estos casos se ponen en contacto con la embarcación y hacen llegar la maleta extraviada al resort más cercano.
EL BARCO
Cuando llegamos al aeropuerto de Male nos trasladamos al embarcadero, en la misma isla, allí nos esperaba nuestro “donhi”, el barco de apoyo que nos llevaría al “Southern Cross” y que nos acompañaría el resto de la semana.
Subimos al “Southern Cross”, nuestra nueva casa, Judith nos mostró parte del barco, en principio los camarotes, donde comenzamos a instalarnos esperando el toque de campana que nos avisaría de la cena. Los camarotes eran muy amplios, todos ellos con aire acondicionado y con el lavabo dentro (la ducha era de agua dulce); algunos tenían cama doble, otros, además, una litera e incluso una cama individual. Resultaron ser muy cómodos y acogedores. |
Cuando nos acomodamos comenzó la exploración del resto del barco, en la cubierta superior a los camarotes estaba el comedor ( también sería el lugar del “breafing”), el salón con sus sillones y su tele, la cocina y el acceso a algunos camarotes de la tripulación y a la popa ( donde se pescaba); todo esto en la parte interior, el exterior de esta cubierta era una amplia zona a proa donde podíamos sentarnos y gozar de la brisa del mar. Sobre esta cubierta había otra cuya parte interior tenía algunos camarotes más de la tripulación y la cabina del capitán a proa. A popa y en el exterior había una zona muy amplia al descubierto donde estaba la piscina y algunas tumbonas.
La cubierta superior era un “solarium” enorme donde había una lancha auxiliar.
LA TRIPULACIÓN
La tripulación que nos acompañó, sin contar los guías evidentemente, estaba formada por doce hombres, unos trabajaban en el “Southern” y otros en el donhi (donde recargaban nuestras botellas después de cada inmersión alejando el donhi para no molestar con el ruido, muy de agradecer evidentemente).
Por lo que pudimos comprobar durante nuestra estancia, los maldivos son en general gente bastante tímida por lo que la relación con nosotros era distante teniendo en cuenta que además desconocíamos por completo su idioma. Poco a poco se fue haciendo más cordial sobre todo con aquellos con los que teníamos más contacto: Adam, un chico de unos 18 años, fue nuestro “camarero”, es estudiante y habla inglés lo que facilitó que nuestra relación con él fuera mucho mejor que con cualquier otro. |
LOS GUÍAS
En principio sabíamos que tendríamos como guía a Hassan, teníamos muy buenas referencias y alguno de nosotros lo conocía de viajes anteriores. El único hándicap era el idioma, pero la agencia contactó con otra guía que fuera española teniendo en cuenta que todos los pasajeros éramos castellano parlantes. Así pudimos conocer a Judith, quien resultó ser una inmejorable guía y una gran compañera dentro y fuera del agua. Es muy gratificante bucear con una profesional de este calibre que no tan sólo se dedica a “guiarte” sino que comparte tus emociones subacuáticas sintiéndolas de la misma manera que si fuera la primera vez. Fue genial verla debajo del agua, como una más de nosotros, haciendo gestos de alegría cuando veíamos un gris, o una pastinaca, o …… Su sonrisa submarina era el reflejo de la nuestra que para muchos, era la primera vez que participábamos en un espectáculo como aquel. Gracias Judith.
Todas las inmersiones las realizamos con dos guías, la mayoría Judith con Hussen, un maldivo que nos fue presentado como aprendiz de guía, pero que también resultó ser un buen compañero bajo el agua, la tranquilidad con la que se movía en este medio era contagiosa y daba seguridad. Otra inmersiones, menos, íbamos con Judith y Hassan y algunas fue Judith quien, merecidamente, descansaba.
|
|
LAS INMERSIONES
Día 12 – 08 – 07
Toque de campana a las 6:00 a.m. desayuno ligero (zumo, leche, café, te y galletitas no demasiado sabrosas, por cierto). Breafing, como todos a cargo de Judith, para la primera inmersión sencilla para favorecer el chequeo (trajes, plomos, …..). Lugar: “Kiki Reef” un arrecife lleno de vida propia de la zona: córales, labios dulces, meros, peces globo, gorgonias, payasos en sus anémonas, peces león,….., pero a destacar un par de grandes napoleones, algun tiburón punta blanca, un pulpo y un par de morenas una amarilla y otra leopardo. Una gozada para ser la primera inmersión, es bucear en un acuario.
Regreso al barco, almuerzo, ahora más completo: salchichas, tostadas, tortillas, queso, huevos fritos, mermelada,…. ¡¡¡ Menos mal, ahora si hay hambre !!!. Descanso y a por la siguiente, son las 10 de la mañana, 7 en Barcelona. Después de comer (arroz, pasta, pescado al curri, papaya, pizza,…) descanso y al agua.
“Kan thila”. Esta vez no es un arrecife, bucearemos en una thila (formación coralina cuya parte superior está a mas de 6 metros de profundidad ). Un poco de corriente al final de la inmersión, numerosos tiburones punta blanca, una pastinaca, varias águilas, una tortuga felizmente comiendo, napoleones, tridacnas, unicornios, trompetas,….
Tercera inmersión del primer día, nocturna, en “Maaya thila”, son la 18:00, ya a oscurecido. Es un área marina protegida. Infinidad de puntas blancas nadando majestuosamente entre nosotros, muchas tortugas acomodándose para dormir y durante todo el trayecto una superenorme barracuda, solitaria, amenazadora, a la que pudimos ver engullirse sus presas a una velocidad vertiginosa. Lástima en esta inmersión nadie bajó la cámara (íbamos cargados de lámparas).
|
|
|
Día 13 – 08 – 07
“Maaya thila”, esta vez diurna por lo que la inmersión cambia por completo. El agua continua entre 29 y 30 grados, corriente muy suave, sigue habiendo cantidad de partículas en suspensión. De nuevo numerosos tiburones punta blanca, un gris, enormes atunes, tortugas,
“Fish head”, también área protegida, es otra thila. Corriente al principio, el agua sigue a casi 30 grados y la visibilidad sigue sin ser demasiado buena. Vemos un napoleón muy grande que nos acompaña un rato.
Nota: Al regresar al barco nos espera una sorpresa, mientras buceábamos han traído la maleta que se había quedado en Madrid. El equipo que llevaba se ha perdido cinco inmersiones magníficas.
“Velmendhoo thila”, el mar parece un lago, no hay oleaje, durante el trayecto hemos visto muchos peces voladores. Inmersión muy bonita y más relajada, fauna más pequeña: morenas con sus gambas limpiadoras, una gamba mantis, meros, peces ángel, tridacnas, nudibranquios,
Al salir esperamos la cena, unos se entretienen con las cartas, o el dómino y alguno se arranca por Manolo Escobar. Para cenar macarrones, pollo rebozado, patatas fritas, arroz, sandia, fruta de la pasión,…. Mmmmm !!!! Tras la suculenta cena, algunos van a dormir, otros nos quedamos con las cartas, al rato oímos risas a popa, vamos, Judith, Hassan y algún otro tripulante están pescando, sobre todo barracudas; en una tirada Judith sube cuatro y media ( la otra mitad se la comieron por el camino), nos ofrecen pescar y, como ocurre en estos casos, algunos tienen la suerte del principiante. Se hace tarde y nos retiramos a dormir.
|
Día 14 – 08 – 07
Los más madrugadores, avistamos unos delfines a lo lejos, pero se ven saltar en superficie. Magnífica vista, lástima que sea demasiado lejana.
“Kudarah thila”, con corriente, pero con una gran explosión de color: grandes cardúmenes de diferentes especies danzan alrededor de los buceadores. Con que facilidad se mueven en éste su medio y cómo nos cuesta a nosotros, más grandes, que vamos sujetándonos en la pared (para ahorrar aire al hacer menos esfuerzo).
Al llegar al “Southern Cross” subimos con las aletas y el resto del material necesario para el “snorkel”: Vamos de expedición en busca del tiburón ballena, pero primero el almuerzo, rápido pues todos estamos impacientes y pronto salimos a cubierta en bañador, calzados con los escarpines y con las aletas, la máscara y el tubo bien a mano para no perder ni un minuto: Una imagen llena de glamour.
Tras más de dos horas de navegación, hemos visto muchos peces voladores, merlines y algún delfín, pero del tiburón ballena ni la sombra. Desesperación. Nos avisan que otros barcos de la zona han tenido más suerte y decidimos hacer la siguiente inmersión.
“Mamingilli beru”. Nos lanzamos al agua, en esta zona han visto un tiburón ballena. La buena suerte nos sigue acompañando, casi caemos sobre uno de ellos, magnífico, grande, majestuoso, parece no moverse y, sin embargo, cuesta permanecer a su lado. Intentamos seguirlo, lo conseguimos durante unos minutos que nos parecen segundos, y cuando finalmente se aleja de nosotros vemos otro nadando más al fondo que navega en dirección contraria al primero. Sencillamente fantástico.
Al salir, decisión de última hora, sometida a votación popular: ¿¿¿Hacemos otra nocturna en otro lugar??? o ¿¿¿ Nos quedanos en la zona para intentar ver de nuevo el tiburón ballena ???. Por unanimidad: todos de nuevo a por el tiburón.
|
“Mamingilli beru”. Nos lanzamos al agua en el mismo lugar que la vez anterior, pero en sentido inverso pues la corriente ha cambiado. Hemos tentado nuestra suerte y no hemos conseguido ver ningún tiburón ballena, pero vemos otra fauna: tiburones de punta blanca, tortugas, un gran banco de barracudas, peces globo y varias tridacnas de un color violeta espectacular. Ha sido una inmersión tranquila en una zona donde hemos podido comprobar los devastadores efectos de “El niño”, parte del arrecife derruido, corales rotos esparcidos por el fondo, pero la vida en el mar renace como el ave fénix y en medio de tal desastre renace la vida y con ella los colores ( ya hemos hecho un poco de propaganda medioambiental, que hace falta).
En el barco, sesión de relax en la piscina, domino, intentos de pesca de merlines, pero sin éxito, cena agradable con aplausos al chef, charla en proa tomando el fresco y de nuevo sesión de pesca, esta vez exitazo: los jureles picaban de seis en seis. Alguno de los pasajeros esperaba que pescasen una gallina o una vaca ( no le gusta el pescado), pero no ha habido suerte.
|
Día 15 – 08 – 07
Han arrancado motores a las 3 de la madrugada, más o menos, y hemos navegado hasta el amanecer rumbo al nuevo destino de buceo.
6:45 . Breafing más tarde de lo normal pues el destino estaba lejos.“Guraidhoo kandu” (canal). Haremos un córner en un canal entre dos islas. Desde donde estamos hay unos 15 minutos de navegación con el donhi. Sin corriente, la temperatura como siempre y siguen las partículas enturbiando la visibilidad.
“Medhu faru”. Prácticamente el mismo lugar que la anterior, dependiendo de la corriente haremos una cosa u otra: si hay mucha en el “faru” (formación coralina que sobresale de la superficie), haremos la inmersión en un “giri” que hay cerca ( el “giri” es la formación coralina cuya parte más elevada està a menos de 5 metros de la superficie, es decir es el intermedio entre la “thila” y el “faru”). Hacemos el “faru”, muy tranquila, vemos muchos punta blanca y un tiburón gris, un banco precioso y enorme de estandartes, tortugas. Muy buena inmersión.
“Guraidhoo north”. Hacemos un córner para avistar más tiburones, lo conseguimos. Llegamos al córner con un poco de corriente, a 40 metros de profundidad, vemos muchos punta blanca, un tiburón gris, un napoleón muy grande, atunes, meros. Hacemos deco y media para nuestra seguridad ( siempre nos damos unos minutos).
Al llegar al barco, nos cambiamos y con las cámaras y el equipo de snorkel y una botella de agua subimos al “dingui” (la lanchita ) que, en dos viajes, nos lleva a una isla: “Maadhoo”. En media hora recorremos su perímetro, muy típica, arena blanca, palmeras, agua color turquesa, fotos, snorkel. Momento “Robinsones”. Volvemos al “Southern” para cambiarnos después de una ducha y nos llevan de nuevo a “Maadhoo” donde tenemos preparada una espectacular barbacoa nocturna, las mesas rodeadas de pequeñas linternas. Vaya sorpresa de barbacoa. Corre el vino y el pollo y el vino y la ensalada y el vino y la risa y el vino y …..
|
|
Día 16 – 08 – 07
“Cocoa thila” Se retrasa el breafing hasta las 7:30, para dar más tiempo a que desaparezcan “posiblemente” las resacas.
“Kuda Giri”. ( “kuda” quiere decir pequeño). Pecio, aprovechamos para hacer sesión de fotos, después de recorrerlo nos dirigimos hacia el “giri” que está frente a su proa, ascendemos contemplando la vida que cubre la pared, mucha fauna pequeña en una pared llena de pequeños entrantes, genial para los macros.
“Embudhoo kandu”. Un córner en un canal, poco tiempo pues son 30 metros y es la tercera del día. Pero vale la pena, muchos tiburones y un escuadrón de águilas en plena formación, genial. Deco más la de seguridad que hacemos siempre.
|
|
Día 17 – 08 – 07
“Paradise”. 7:30 el breafing, aunque nos hemos levantado todos media hora antes: la impaciencia por ver las “posibles” mantas es mucha. Judith nos explica la inmersión y comenta que se trata de una estación de limpieza: es una zona donde habitan muchos lábridos y los animales más grandes, entre ellos las mantas, acuden para ser desparasitados. ¡ que curiosa y bien organizada es la vida animal !
Increíble lo que hemos visto, aunque había un par más, nos hemos recreado viendo dos mantas, una de ellas enorme. Han planeado sobre nuestras cabezas, se han dejado fotografiar y filmar impasibles moviéndose sobre nosotros con una majestuosidad inigualable acompañadas siempre de sus fieles rémoras. Ha sido perfecto, también hemos visto tiburones y una pastinaca nada más descender y hemos gozado de la compañía de una tortuga y hemos visto una gran langosta, pero estas primeras apariciones marinas se han visto empañadas ante la imagen de las mantas.
Desayunamos y esperamos la siguiente y penúltima inmersión, en el mismo lugar para probar suerte de nuevo.
|
“Paradise”. El breafing es: “Como antes, ¿alguna pregunta? ¿No? …. Pues todos al donhi. Y dicho y hecho, en un “santiamén” estamos de nuevo en el agua. Para nuestro deleite vuelven de nuevo las mantas, esta vez muchas más, al principio tres de ellas juntas sobre nosotros planean un buen rato, parecen disfrutar de nuestras burbujas, luego cuatro más. Pocos placeres son comparables a lo que sentíamos, ha sido increíble, nosotros pequeños bajo sus mantos, sus panzas estaban a estirar de nuestros brazos y ellas danzaban sobre nuestras cabezas sin inmutarse ante las cámaras y los flashes. Indescriptible por lo espectacular.
“Banana reef”. Tristemente la última inmersión de este viaje tan maravilloso. Es un área protegida, está prácticamente al lado del puerto de Male’ y cuando lo vemos casi no lo podemos creer: hacemos una inmersión tranquila, el agua muy limpia y nos sorprende enormemente la riqueza de vida en este arrecife tan cercano a la población: morenas enormes, tortugas, gambas mantis, peces león, labios dulces, estandartes, globos, nudibranquios, tridacnas, unicornios,…..
|
|
|
Día 18 – 08 – 07
Hoy ya no buceamos, hay que hacer limpieza general, dentro el nitrógeno, fuera volver a meter todo nuestro equipaje en las maletas. Tristeza general, nos vamos, pasaremos parte de la mañana en Male’ donde comeremos antes de ir al aeropuerto. Vamos cogiendo nuestras pertenencias, también intercambiamos teléfonos y mails : haremos una kedada en Barcelona para ver las fotos y las pelis. Judith se apunta y nosotros encantados. Pero ahora seguimos pensativos, haciendo esfuerzos por almacenar tantas imágenes vividas en el fondo de nuestras retinas.
Los vuelos de regreso son nocturnos por lo que los pasamos mayoritariamente durmiendo; aunque en verdad es seguro que todos, igual que yo misma, no dormimos: soñamos rememorando las inmersiones, las mantas, las tortugas, los tiburones, las islas, el mar, el tiburón ballena, los paisajes, las risas, el azul, El ÍNDICO
Yolanda López
|
VOLVER
|
|
|
|