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La Nao "San Diego"
Por: Joanna Kruk
Los restos de la nao San Diego, rescatados entre 1991 y 1993, se reúnen en la actualidad en los museos nacional de Filipinas, Guimet de París y Naval de Madrid, y permiten a todos los interesados profundizar en la historia naval, militar y comercial española del siglo XVI.
Durante las hostilidades entre España e Inglaterra, apoyada por los Países Bajos, el holandés Olivier de Noort partió de Rotterdam el 12 de agosto de 1598, con una escuadrilla de cuatro navíos.
Tras un accidentado viaje llegó a Filipinas el 16 de octubre de 1600.
Mientras tanto, la nao San Diego y el patache San Bartolomé, ambos al mando de Antonio de Morga -presidente de la Audiencia- fueron armados y pertrechados precipitadamente en el puerto de Cavite, saliendo a la mar el 12 de diciembre para enfrentarse al enemigo, al que encontraron al cabo de dos días cerca de la isla Fortuna.
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Noort disponía también de dos navíos, El Mauritius, capitana, y el Eendracht. Tras abordar y hundir la San Diego al buque insignia holandés, una vía de agua provocó el hundimiento prácticamente instantáneo de la nao española; mientras, el San Bartolomé, al mando de Alceda, apresó al Eendracht, tras corto y violento combate. La mayoría de la dotación de la San Diego pereció.
Su sacrificio valió para salvar Filipinas del ataque holandés. En 1991, tras intensa búsqueda por los fondos marinos cercanos a la isla Fortuna, un equipo de investigadores, dirigidos por Frank Goddio descubrió los restos de la San Diego a 52 metros de profundidad, de los que se rescataron cerca de 6.000 objetos, dejando algunos en su lugar y recubriendo de arena el casco del navío para facilitar su estudio en el futuro.
La variada procedencia de lo objetos (Filipinas, Méjico, China, Japón, España, ...) demuestra la pujanza que Filipinas alcanzó en los siglos XVI y XVII. Tras la realización de una exposición de los fondos arqueologicos en ciudades como París, Madrid, Nueva York, Berlín o Manila y a la vista de su alto interés, distintas autoridades españolas instaron a Franck Goddio para que realizara el depósito de la parte a él correspondiente en el Museo Naval de Madrid, de reconocida solvencia cultural y científica.
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Artillería y armas portátiles para hacer frente a las naves holandesas En la San Diego fueron embarcadas catorce piezas de artillería realizadas en bronce. Entre ellas se encontraba un sacre de 5 libras fechado en 1555, un falcón hispano flamenco de dos libras de bala y un importante lote de balas de los diferentes calibres de la artillería embarcada en la nao.
En cuanto a armas portátiles se hallaron varias katanas o sables japoneses. Objetos de la vida cotidiana a bordo Palmatorias, platos de plata mejicana, tazas, cubiertos, hebillas, lingotes de plomo, pequeñas joyas, monedas, utensilios de cocina y cerrojos, destacan entre los variados objetos de esta clase que fueron localizados en el pecio.
Cerámica y porcelana
Alrededor de 500 piezas de cerámica, gres, barro cocido y porcelana azul y blanca del período Ming, dan prueba de cómo eran la vida a bordo y el objeto del tráfico marítimo comercial de la época en el sudeste asiático.
Caben destacar las vasijas para transportar agua, pólvora, azufre, salazones y verduras que fueron sustituyendo a los toneles de madera para el transporte marítimo.
Algunas de estas vasijas, con capacidad para 350 litros, procedían de Martabán, ciudad portuaria situada al sudoeste de Birmania; otras de Siam, las más sólidas y robustas y otras de distintas zonas de China y España.
Cada tipo de vasija servía para el transporte de un distinto bien o materia prima (aceitunas, vino, fruta escarchada, o bien productos químicos como el alquitrán o el tinte de cochinilla).
Por otra parte se recuperaron restos de vajilla producidos en la mejor época de la dinastía Ming y también en la época Wanli.
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