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El asma y el buceo. I parte
Publicado en el nº6 de la revista SENSACIONES
El gran auge que el buceo autónomo recreativo esta experimentando en todo el mundo, y particularmente en nuestro país, unido a los grandes avances tanto en materiales como en técnicas de enseñanza y a la posibilidad de descubrir todo un mundo nuevo que está al alcance de nuestras manos y que antes nos estaba casi vedado, está haciendo que personas de toda condición física puedan practicarlo sin temor y con un riesgo controlado, que como en otras actividades al aire libre es inherente. También nos encontramos que personas que por enfermedad o condición física pertenecen a grupos de riesgo, estos grupos están compuestos por personas que padecen, o han padecido enfermedades tales como el asma, la diabetes, etc.
Con la legislación actual en España sobre normas de seguridad en las actividades subacuáticas, todo buceador sea profesional o deportivo-recreativo está obligado a tener al día, además de la correspondiente certificación, un certificado médico en el que le certifiquen que está apto para la práctica de dicha actividad; y es aquí donde encontramos las grandes divergencias reales que existen en la actualidad con respecto a estos grupos de personas. En la teoría tener asma o antecedentes de asma implica la imposibilidad de obtener dicho certificado, dado que la misma es una de las enfermedades puestas como excluyentes, la realidad es que conozco personas "asmáticas" que bucean a costa de callarse sus antecedentes médicos en dicha enfermedad.
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Ante esta dispar realidad, por un lado la vertiente legislativa y por otro la verdadera, surgen dudas y la idea de buscar información al respecto. En España la información que existe es: "El asma es una enfermedad que contraindica la practica del buceo por favorecer la susceptibilidad a la sobrepresión pulmonar"; sin más aclaración.
Ante este desolador panorama y buscando información en otros países, mucho más avanzados en el tema del buceo recreativo que el nuestro como es Estados Unidos, existe un artículo del Dr. LAWRENCE MARTIN, H.D. en 1.997 que no tiene desperdicio, traducido literalmente en casi toda su totalidad, y que servirá de ayuda a esas personas con antecedentes de asma que están buceando "de tapadillo", y a aquellas otras que están deseando hacerlo.
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El asma es probablemente la condición médica más controvertida que afecta a los buceadores recreativos. Aproximadamente entre un 10% y un 15% de los niños tienen algún historial de dificultad respiratoria, y entre un 5% y un 8% de estos al llegar a adultos son diagnosticados como "asmáticos". Como añadido a estas estadísticas están varios millones de buceadores autónomos certificados, con varios cientos de miles certificaciones más cada año, y no sorprende que muchas personas que podrían ser buceadores tengan algún historial de asma.
El asma es una enfermedad de las vías aéreas. Los pacientes propensos al asma pueden desarrollar ataques intermitentes de tos, dificultad respiratoria, tirantez pectoral, y/o interrupción respiratoria. Estos síntomas son consecuencia del estrechamiento de los bronquios pulmonares. La principal causa de este estrechamiento es un exceso de mucosidad en las vías aéreas. Como los síntomas aparecen periódicamente y, a menudo, son impredecibles, no existe forma de saber cuando alguien con un historial asmático puede tener un "ataque de asma".
Los buceadores autónomos respiran aire comprimido bajo el agua, por ello no pueden tener obstrucciones al flujo del aire en función de ecualizar las presiones. Desiguales presiones en espacios aéreos son las causantes de todos los barotraumas, incluyendo el placaje sinusal y de oídos, y la sobreexpansión pulmonar. Dado que los asmáticos pueden desarrollar obstrucciones al flujo del aire en sus pulmones en cualquier momento, la pregunta de cuando, o si, los asmáticos pueden bucear de una forma segura es problemática. Por razones que discutiremos, existen muchas opiniones y ninguna uniformidad. Las citas de la siguiente tabla, tomadas de la literatura médica, reflejan esta diferencia de criterios. Observar que las recomendaciones varían desde "nunca", "no con una historia de asma en los últimos cinco años", a "no bucear en los dos días siguientes a dificultades respiratorias“.
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Algunas de las recomendaciones y opiniones de la literatura médica sobre el asma y el buceo autónomo:
"Un historial de asma bronquial es descalificante si ha tenido cualquier ataque en los dos últimos años, si es necesaria medicación para controlarla, o si el broncoespasmo ha sido asociado a esfuerzo o inhalación de aíre frio" (Strause 1979)
"Nunca"..."Una vez asmático, siempre será asmático" (Lineweaver 1982)
"Contraindicaciones absolutas: ataques de asma en los dos últimos años. Necesidad de medicación para prevenir o tratar episodios de disnea. Asma inducida por esfuerzo o frio" (Hickey 1984)
"A cualquier paciente con asma bronquial activa le deberá ser estrictamente prohibido bucear. Cualquier paciente con un historial de asma infantil, síntomas que sugieran asma en el último año, sospechas de asma inducida por aíre frio o ejercicio, deberá ser remitido a un especialista en medicina pulmonar para examen" (Davis 1986)
"...una recomendación conservadora es que cualquier asmático con abscesos frecuentes o necesidad continua de medicación para el control de síntomas, deberá abstenerse de bucear. Inversamente, un adulto que tiene el asma "en retroceso", o ha sido sintomático alguna vez ... con un funcionamiento pulmonar normal, puede participar en buceo autónomo recreativo. En todos los casos al buceador se le explicará el riesgo potencial" (Maritn 1992)
"Los buceadores que usen broncodilatadores serán descalificados. El broncodilatador por si mismo incrementa el riesgo de arrítmias" (Millington 1988)
"A los medio-asmáticos, bien controlados, durante las remisiones, les será permitido bucear, pero serán advertidos de los riesgos de ascensos rápidos" (Denison 1988)
"Todos los individuos con asma activa serán advertidos de no bucear. Cualquier individuo que aparente tener en retroceso su asma, y no ha tenido broncoespasmos, dificultad respiratoria, o tirantez pectoral y no ha usado ningún broncodilatador recientemente puede ser un candidato a buceador" (Neuman 1990)
"Nunca" ... "El asma infantil nunca marcha y continúa siendo un peligro para el buceo, incluso si de adulto aparentemente se detiene y se vuelve asintomática" ( Greer 1990)
" Si la persona ha tenido alguna vez broncoespasmos asociados con ejercicio o inhalación de aíre frio, tiene contraindicado bucear" (Harrison 1991)
"En principio bucear esta absolutamente contraindicado en aquellos con lesiones de bloqueo pulmonar o asma bronquial" (Melamud 1992)
"Los buceadores con un anterior historial asmático y síntomas asmáticos en los últimos cinco años deberán ser advertidos de no bucear" (Jenkins 1993)
"La recomendación de que un paciente no bucee deberá ser determinada por su historia y la severidad del suceso" (Neuman 1994)
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Hay tres explicaciones básicamente, las cuales resumimos a continuación y discutimos posteriormente en amplitud:
- El asma es una condición con amplia variación tanto de frecuencia como de severidad de síntomas, tales como dificultad respiratoria y congestión pectoral; cuando el término "asma se usa sin una precisa definición o descripción, puede significar diferentes cosas en personas distintas.
- Pese a las teóricas objeciones de salud por las cuales los asmáticos no debieran bucear, no hay evidencias sólidas de que los buceadores autónomos asmáticos tengan un incremento del índice de siniestrabilidad.
- Existen diferencias de opinión entre los médicos y profesionales de buceo sobre el riesgo que coge el personal.
El asma es una enfermedad con un amplio rango de frecuencia e importancia de síntomas
Algunos autores han recomendado que nadie "con asma" practique buceo autónomo. Sin embargo, tan amplia prohibición está en el filo de la realidad, ya que incluye un gran grupo de gente con un historial de asma que, de hecho, bucea con frecuencia y sin ningún problema. |
Por otro lado, cualquier asmático con una constante dificultad respiratoria y tos debería, obviamente, no bucear. De esta forma ¿donde está la línea que separa un historial remoto de asma y una enfermedad activa?. Parece ser que la mayoría de los expertos dibujan la línea sobre un punto arbitrario, normalmente indicado por los síntomas del paciente y la necesidad de medicación (ver el cuadro anterior).
Sin embargo, ninguno de los principios de decisión para no bucear está establecido sobre algún estudio del que sea conocedor; son todo "buenas suposiciones" que se recomiendan. Si existe una línea dibujada en algún lado, y creo que la hay, debería estar más basada en evaluaciones individuales, que en cosas tan arbitrarias como "5 años" o "2 años" sin síntomas (En contraste con muchas de las primeras recomendaciones, en la actualidad se está incrementando el reconocimiento de la importancia de una mente abierta y un asesoramiento individual; ver Neuman, et. al., 1994).
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Para demostrar la variabilidad del término "asma", he construido 10 diferentes escenarios (ver recuadro siguiente) de un hipotético hombre de 30 años con algún historial de asma. Cada escenario está establecido en función de la severidad del asma, desde 1 (menor) al 10 (mayor).
En cada caso la persona podría, legítimamente, señalar "si" en un cuestionario de buceo autónomo que le pregunte si alguna vez tuvo asma. Si el cuestionario es para un curso de certificación, una respuesta afirmativa en cada caso puede dar lugar al requerimiento de que el candidato obtenga un certificado médico.
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El consenso entre especialistas en medicina subacuática podría probablemente decir "si" a los escenarios 1-3 (puede bucear), y un claro "no" a los escenarios 8-10 (no puede bucear).
Los casos del 4 al 7 son problemáticos; probablemente la mayoría de los especialistas en medicina subacuática que dirian "no" podría incrementarse a medida que avanzamos del 4 al 7.
El punto es lo que consideramos asma. A mayor nivel de asma, en términos de necesidad de medicación, síntomas, o grado de obstrucción al flujo del aire, mayor riesgo al bucear (al menos el médico lo percibe de esta forma).
Esta regla sobre el buceo puede no ser adecuada para todos los asmáticos, excepto para aquellos que no-piensen que si no buceas nunca tendrás un accidente de buceo. Últimamente la línea para bucear/no bucear debería estar basada en una minuciosa evaluación individual, y no en cualquier criterio arbitrario no probado.
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10 ESCENARIOS PARA UN HOMBRE DE 30 AÑOS CON UN "HISTORIAL ASMÁTICO".
Variando del menor (1) al más importante (10)
- Tuvo asma de crio, desapareciendo a la edad de 12 años, sin síntomas ni problemas. Sin síntomas cuando se ejercita.
- Tuvo asma de crio. Sin problemas excepto muy raramente, con fuerte ejercicio, tal como correr con tiempo frio, la última vez que el paciente ha notado una ligera tos y brevedad respiratoria fue hace 5 años. Los síntomas desaparecieron siempre sin tratamiento.
- No tuvo asma de crio. Hace 7 años el paciente tuvo que usar un inhalador para el asma. Ocasionalmente siente "congestión pectoral" con frio, pero desaparece siempre sin tratamiento específico. El último tratamiento para el asma fue hace 7 años.
- No tuvo asma de crio. Alrededor de una vez al año, con un resfriado, el paciente tiene una ligera dificultad respiratoria. Usa un inhalador para el asma un dia al menos, y siempre consigue una mejoría. Se ejercita regularmente sin dificultad.
- No tuvo asma de crio. Alrededor de una vez al año tiene medio ataque, y toma medicación unos pocos días, incluyendo pastillas e inhalador. Entre ataques se siente bién.
- Tuvo asma de crio. Disminuyó a los 10 años, y después a los 25 volvió a aparecer. Ahora lleva un inhalador para el asma y lo usa aproximadamente una vez al mes, al menos. En los últimos 5 años ha tenido fuertes ataques de asma, que requirieron medicación con esteroides.
- No tuvo asma hasta los 22 años. Ahora usa inhalador para el asma regularmente, pero se siente bién controlado excepto en recaidas ocasionales. La función pulmonar es normal cuando es examinado entre ataques.
- Usa pastillas Prednisone® y un inhalador para controlar los síntomas del asma. El doctor le ajusta las dosis de prednisone®, algunas veces tan bajas como 5 mg al día y otras alto como 40 mg al día. La función pulmonar es casi normal cuando es examinado entre ataques.
- Ha sido hospitalizado aproximadamente una vez al año en los últimos 5 años por importantes ataques de asma. Tuvo máquina respiratoria (nebulizador) en casa para la inhalación de broncodilatador, el cual necesita regularmente. La función pulmonar muestra una modesta disfunción cuando es examinado entre ataques.
- Hospitalizado varias veces al año por asma. La función pulmonar nunca es normal cuando es examinado.
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... CONTINUARA... |
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