AGOTAMIENTO Y TOXICIDAD RESPIRATORIA
Los aumentos en la profundidad y ritmo respiratorio, debidos al esfuerzo muscular, son probablemente, además de la respiración entrecortada, los síntomas más conocidos del agotamiento físico.
Sin embargo, la variación en el ritmo respiratorio debida a una actividad violenta, puede presentarse con tanto retraso que no avise adecuadamente a un individuo que este sobrepasando sus posibilidades. Los efectos del agotamiento son bastante incómodos incluso en condiciones favorables y si la respiración está restringida de alguna forma, los efectos no solo se pueden presentar más fácilmente, sino que puede llegar a ser una experiencia terrible.
El buceador autónomo, frecuentemente, necesita realizar un trabajo muy duro. En ocasiones, unos breves momentos de actividad extrema pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte. Incluso con una resistencia respiratoria mínima, el equipo autónomo puede restringir la respiración en cierto grado, debido a los tubos traqueales, regulador, etc. Es sorprendente notar, en equipos corrientemente usados, cuan fácilmente se puede presentar la respiración fatigosa y que pequeño y útil aviso pueden dar algunas sensaciones, tales como la fatiga muscular.
Un buceador debe conocer las limitaciones de su propia potencia pulmonar y de su equipo de buceo. Deberá evitar el agotamiento que puede llegar a producir una perturbación respiratoria. Cuando haya de esforzarse, en caso de emergencia, puede aparecer también respiración entrecortada. En este caso, tiene que disminuir el esfuerzo o parar y descansar. Individuos poco entrenados, especialmente nadadores deficientes, tienden a dejarse llevar por el pánico en estas condiciones.
Hipoxia
La hipoxia puede definirse como la falta de oxígeno suficiente para las necesidades metabólicas corporales. La única causa de hipoxia en el buceo con aire, aparte del agotamiento completo de las botellas o de la inundación del equipo, es la insuficiencia de oxígeno en el gas respirable. Antes de que aparezcan los síntomas de hipoxia usando equipos a circuito abierto, el buceador reconocerá la merma en su suministro de aire.
La hipoxia es un problema mayor cuando se usan equipos de circuito cerrado, en caso de que el saco respiratorio no haya sido suficientemente purgado. Los síntomas de hipoxia son diversos y poco claros. Entre ellos ninguno da un aviso adecuado al buceador. Un Individuo que mantiene en su mente la posibilidad de la hipoxia, puede detectar la disminución en sus facultades mentales o de su habilidad manual a tiempo de remediar la situación. Pero los efectos mentales de la hipoxia se parecen a los del alcohol, no son desagradables, y una vez que son evidentes, la mayor parte de la voluntad y la facilidad de acción han desaparecido.
La insidiosa naturaleza de la hipoxia hace de ella uno de los más serios peligros que se pueden encontrar en el buceo a circuito cerrado. El grado extremo de hipoxia, se denomina anoxia. El déficit de oxígeno debido a la interrupción de la administración de mezcla respirable se trata restableciendo ésta lo más rápido posible, o pasando a administrar una mezcla alternativa. Si el buceador está inconsciente o incoherente cambie a oxígeno al 100% en superficie. Debido a que el primer signo de hipoxia puede ser la inconsciencia, podemos encontrar dificultad para diferenciar la hipoxia del embolismo arterial gaseoso. Sin embargo, el tratamiento de recompresión del embolismo arterial gaseoso, también corrige la hipoxia.
Narcosis del nitrógeno
Cuando el cuerpo se expone a presiones de aire de 4 atmósferas absolutas o mayores (30 m de profundidad o más), el nitrógeno que se respira produce una acción narcótica que ejerce un efecto depresivo sobre el sistema nervioso.
Esto puede dar como resultado un decrecimiento en la habilidad para trabajar y cambios de carácter. Las características de la narcosis del nitrógeno son:
- Disminución de la actividad mental
- fijación de ideas
- pérdida de destreza manual y excesiva sensación de confianza
- Se requiere gran esfuerzo mental para recordar lo que se ha hecho o se tiene que hacer
- es difícil concentrarse
- se sufren frecuentes errores en cálculos simples, informes o planes.
Las reacciones corporales recuerdan a las que se producen por intoxicación etílica. Los efectos generales son similares y parecidas las diferencias de sensibilidad entre individuos distintos, así como sus diferentes clases de reacciones.
Los efectos de la narcosis del nitrógeno son temporales y desaparecen al disminuir la presión, sin dejar secuelas. Disminuyendo la velocidad, descansando o deteniendo el descenso, se reducen sus efectos. Si los síntomas continúan o aumentan, ascender a menor profundidad y descansar o volver a superficie. Aunque cada individuo sufre los efectos a diferentes profundidades y en diferente grado, a todos les afecta de algún modo en las inmersiones a gran profundidad.
La profundidad de buceo útil con equipos autónomos de aire comprimido, ha sido fijada en 50 metros, y se recomienda como profundidad máxima la de 60 metros. Ha sido necesario recomendar estos límites, en su mayor parte debido a la narcosis del nitrógeno. Los individuos que pudiéramos llamar "estables", reaccionan ante sus efectos con un mayor vigor, hasta que finalmente pueden perder el conocimiento. El individuo "inestable", es incapaz de realizar un trabajo útil o de fijar un propósito en su esfuerzo durante la inmersión.
Aunque la máxima profundidad útil ha sido fijada en 90 metros en las inmersiones con equipo clásico, los efectos de la narcosis de nitrógeno han sido plenamente reconocidos como un peligro para la seguridad del buzo de casco. Sin embargo, tendrá la ventaja de una continua comunicación con la superficie que permitirá a sus ayudantes controlar sus reacciones y enviarle instrucciones concretas, y si la situación lo requiere, el buzo de casco puede ser izado a la superficie. El buceador autónomo no tiene tales "guardaespaldas". Su vida depende enteramente de sí mismo, y el número de errores fatales que puede cometer es impresionante.
Absorción y eliminación de nitrógeno
La cantidad de nitrógeno absorbido o eliminado por el cuerpo de un buceador, se rige por las leyes de los gases de Dalton y Henry.
La saturación de líquidos y tejidos del cuerpo por un gas determinado, depende de la presión parcial ejercida por dicho gas. Debido a que las grasas son capaces de retener cinco veces más nitrógeno que el agua contenida en sangre y tejidos, se requerirá un período más largo de tiempo para desaturar este tipo de tejido.
También hay tejidos dentro del cuerpo que tienen un riego sanguíneo pobre. Estos tejidos también requieren un largo período de tiempo para desembarazarse del nitrógeno absorbido, ya que el lento flujo de la sangre a través de ellos les proporciona una lenta difusión del gas. El proceso de la saturación de nitrógeno, así como su eliminación por el cuerpo humano, se desarrolla durante un período de 9 a 12 horas antes de alcanzar el equilibrio. Este período es debido a los tejidos grasos y tejidos de lento riego sanguíneo. El cuerpo tiende a saturarse en el mismo lapso de tiempo, sea cual sea la presión inicial aplicada, y será necesario un período igual de tiempo para desaturarse desde cualquiera de esas presiones.
El grado de saturación del cuerpo por los gases depende de tres factores principales:
- Profundidad de buceo (presión inicial).
- Duración de la inmersión (tiempo de exposición).
- Eficiencia circulatoria y respiración del buceador.
|