LENGUADOS - Mimetizados con los fondos
Los lenguados son una familia (Soleidae) de peces, que comprende más de un centenar de especies. Son peces planos, pleuronectiformes, que habitan el fondo de cursos de agua dulce y salada, alimentándose de crustáceos y otros invertebrados.
Poseedores de simetría bilateral al nacer, durante su desarrollo ambos ojos se desplazan al lado derecho de la cabeza; viven la mayor parte del tiempo con el lado ciego recostado sobre el lecho acuático. Sus colores oscuros, su delgadez y su quietud sobre el fondo los hace una presa difícil.
Son muy apreciados en gastronomía por su carne blanca y fina, de sabor delicado; entre las especies más consumidas está el lenguado común, Solea solea. |
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El cuerpo del lenguado sufre modificaciones importantes a medida que crece, es un animal muy extraño en su apariencia. Luego de nacer como un pez común, este pez nada en postura vertical y a medida que crece, se apoya en el fondo del mar, siempre del mismo lado, adoptando su característica posición horizontal. Debido a eso, el ojo que corresponde al lado que está en contacto con el fondo se va desplazando hasta ubicarse junto al otro, en la parte superior.
De cuerpo achatado y forma ovoide, el lenguado posee una boca dentada con labios protráctiles. Cazador por excelencia, una de sus cualidades más destacadas es que puede mimetizarse tomando la tonalidad de la arena o las piedras desde donde acecha a sus víctimas. Siente especial predilección por los pejerreyes, aunque no desdeña ningún otro pez que tenga a su alcance. El costado superior del lenguado toma un color arenoso oscuro, para mimetizarse con el fondo marino, mientras que el otro, en contacto con el fondo del mar, es blanco.
Cazador al acecho, de ahí que los lenguados frecuenten las desembocaduras al mar de ríos y arroyos, asentados en el fondo (especialmente en los veriles) y mimetizados con el entorno a la espera de que la corriente les traiga su alimento. Con su gran boca de labios que se estiran como un resorte y empleando el recurso del factor sorpresa, logran aprisionar en un segundo a la especie forrajera elegida.
También es común hallarlo en los pedregales. Y siempre siguiendo atentamente desde el fondo, donde se deposita, todo lo que sucede encima de él, ayudado por la posición adquirida por sus ojos que le permiten "ver hacia arriba" sin moverse de su escondite.
Cuando tiene que escapar de sus predadores, por cualquier contacto con algún cuerpo extraño hace que agite sus aletas para que la arena lo cubra mejor, enterrándose casi por completo.
El porte de los lenguados que se capturan con caña y reel es muy variado: va desde los 800 gramos hasta los 5 o 6 kilos. Los ejemplares de nuestras costas alcanzan un largo de 80 cm y un peso que puede llegar a los 10 kg.; se ha llegado a capturar, inclusive, ejemplares adultos de hasta 12 kg.
No en toda una playa se encuentran lenguados; de preferencia están en los pozos y en los "pozos de orillas" donde se alimentan de pequeños peces y de pequeños crustáceos como el muy-muy. Estos pozos se forman con las aguas, que impulsadas hacia la orilla por las olas, convergen luego hacia adentro, dejando así una especie de depresión en esa zona de la playa. Esto produce una corriente muy fuerte hacia adentro, que deja al descubierto gran cantidad de alimento, el que es arrastrado por el agua en forma muy rápida. En ese instante los peces se alimentan.
Los "pozos" parecen muy tranquilos porque tienen pocas olas, pero son muy peligrosos para el baño. La arena de esta playa, generalmente, presenta un gran declive en dirección al agua.
"Los pozos de orilla" están paralelos a la playa en la misma orilla. Son más largos y fáciles para pescar. Se forman cuando bancos de arena ó "bajos" no dejan pasar las olas grandes hacia la playa, llegando a la orilla solamente olas pequeñas. Estos lugares, generalmente, tienen poca corriente y son abundantes en pesca.
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